Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El empresario y sociólogo Jaime Vargas, especialista en seguros de salud y fundador de la Asociación de Taxistas Livery de Nueva York, denunció que se verifica una amplia discriminación de taxistas especialmente de aplicaciones contra envejecientes, mujeres y jóvenes en los barrios más pobres de la ciudad poblados por migrantes de diferentes países del mundo.
Vargas dijo que los afectados por la actitud de los taxistas discriminadores viven por debajo de la línea de la pobreza, llamando al alcalde Eric Adams y a los concejales que representan esos vecindarios para que pongan atención al problema y busquen soluciones.
“Existe discriminación a envejecientes, madres con hijos en sus brazos o algún joven al que su celular se le haya perdido, y algunas personas que no tengan la posibilidad de llamar a un Uber, Lyft o a una base, nadie los recoge en las calles de Nueva York especialmente en días con climas inclementes como la lluvia en el Alto Manhattan, El Bronx, Queens y donde existen personas por debajo de la línea de la pobreza”, explicó el especialista.
“Y no es posible que desde la calla 96 hacia allá o en áreas de ricos, se pueda levantar la mano para hacerle seña a un taxi de que se detenga por lo que en las áreas pobres hay que tener a mano un celular lo que es injusto, discriminatorio, y pedimos a todos los concejales de los distritos más pobres a unificarse para que reúnan con el alcalde y el comisionado de transporte, Ydanis Rodríguez para buscar una salida”, agregó Vargas.
Recordó que la estrategia de la alcaldía y la Comisión de Taxis y Limosinas de la Ciudad (TLC) de autorizar lo carros verdes, fue un fracaso.
“No es justo que mi madre de 87 años no pueda ser recogida en la parte alta de Manhattan si a ella se le pierde su celular o si no sabe manejar una aplicación para pedir que la recoja un taxi. Lo vemos injusto, irracional y llamamos a toda la comunidad a que se una en una sola voz para garantizar que a nosotros se nos pueda recoger en las calles de todos los condados donde no existen taxis amarillos o vehículos con derecho a recoger en las calles”, subrayó Vargas.
Relató que toda su vida ha estado vinculado a la industria del taxi en Nueva York por lo que la conoce a fondo.